El Valle de los Caídos y El Escorial

Rafa García. Después de visitar Madrid, una ciudad verdaderamente preciosa y digna de observar (aunque nos quedan algunos lugares por ver), decidimos hacer una visita al Valle de los Caídos, también conocido como Valle de Cuelgamuros para los madrileños. Al entrar en la portada que da entrada a la gran Basílica, la cual cobija a treinta seis mil víctimas de la Guerra Civil, tanto republicanos como falangistas, nos encontramos con un gran bosque de pinos, el cual nos decía que entrábamos en una zona de sierra como la de Guadarrama. Nos han informado un poco del valle, como ¿quiénes fueron sus constructores?, o ¿por qué se hizo? Y lo hemos entendido todo. Este valle se construyó por mandato del general Francisco Franco, tardando así nada más que veinte años en hacer esta gran construcción. Fue construido por presos políticos. Hemos prestado atención cuando nos han dicho de que el próximo diez de junio trasladarán los restos del general al cementerio de El Pardo, a un panteón, ya que no representa a los caídos durante la Guerra Civil Española, porque fue uno de los principales causantes de dicha guerra.

Hemos aprovechado para ver las impresionantes esculturas de este monumento, como la Piedad que se encuentra tallada en granito en la parte superior de la puerta de la Basílica.

Después de visitar el Valle de los Caídos, hemos visto el gran Monasterio de El Escorial, situado en el pueblo del mismo nombre, que se encuentra a cincuenta kilometros de Madrid.

El Monasterio de El Escorial cuenta con una base de treinta mil metros cuadrados, con dieciséis patios. En él se incluye una gran escuela privada en la que dan clases diversos profesores y monjes Hemos visitado la cripta donde se encuentran enterrados todos los reyes de España y sus consortes, todos los Borbones junto con cinco Austrias, entre ellos el constructor del monasterio, Felipe II, el cual nos han contado que, por dicha propia, fue trasladado en una silla a cuestas desde palacio para morir allí con setenta y un años de edad. Después tuvimos el gusto de subir a la gan biblioteca del monasterio, la cual tiene manuscritos tan antiguos como las Cantigas del rey Alfonso X el Sabio. Tras esta larga mañana, hemos vuelto a nuestro hogar en el CIE, donde nuestra estancia se está haciendo corta y llevadera Ya sabemos que sólo nos quedan dos días para volver y ya estamos extrañando Gran Vía, Callao, Puerta del Sol, aunque sabremos que todo no está terminado de ver. Ha sido un largo día de San Isidro, en el que sólo nos ha faltado visitar la feria.

Desde el ordenador del CIE me despido, porque ya estamos algo cansados y tenemos que descansar. Mañana nos toca Alcalá de Henares y su universidad. Hasta aquí estas palabras.